"Francisco quiere impulsar el ecumenismo y cambiar el rostro de la Curia romana"
"El Papa va a llevar a la Iglesia a ser más pobre, más sencilla, a
estar más cerca de la gente"
"Para los franciscanos, el nombramiento de Francisco es una
gran alegría y un gran desafío". José Rodríguez Carballo, Ministro General de la Orden Franciscana, sostiene que la designación de Bergoglio como
nuevo Papa supone un llamamiento para "llevar a la Iglesia a ser más
pobre, más sencilla, a estar más cerca de la gente". En esta entrevista
con RD durante su presencia en Madrid con motivo de la 42 Semana Nacional de la Vida Religiosa, Carballo sostiene que el Pontífice "quiere cambiar el
rostro de la Curia", así como "impulsar el ecumenismo y el diálogo
con el hombre y la mujer de hoy", y afirma que Francisco "es una
persona muy cercana, que escucha, y muy profunda. Va a lo esencial. Y esto se
agradece en estos momentos"
Es un momento muy interesante para la Iglesia y para la orden franciscana, con un Papa jesuita, que ha adoptado el nombre de San Francisco de Asís. ¿Cómo afrontan este hecho los franciscanos?
- Ante todo, con mucha alegría. Para nosotros ha sido una gratísima
sorpresa. No nos lo esperábamos, aun cuando bromeando decíamos en alguna
ocasión que el próximo Papa se llamaría Francisco. Pero yo pienso que nadie lo
creía. Y unida a esta gran alegría, para nosotros es un gran desafío.
¿En qué sentido?
- En cuanto que para nosotros el hecho de que se hable tanto de San
Francisco nos está pidiendo, como digo yo muchas veces a nuestros frailes, que no
vivamos tanto de Francisco sino como Francisco. Entonces, interroga nuestra
vida, nuestro estilo de vida, nuestra apertura al mundo, nuestro estar con la
gente, la dimensión fraterna de nuestro carisma. Yo vivo este momento como un
gran desafío, y con enormes posibilidades para revisar nuestra propia
identidad de hermanos menores. Y estoy convencido que el Papa nos va a ayudar a
ello. Y también a la propia Iglesia a recuperar un aspecto que desde fuera parece un
poco perdido, y es esa invitación a construir una Iglesia pobre y para los
pobres. Francisco parece que se está empeñando mucho en dejar clara esta
postura... Esto nos demuestra también que no ha sido una elección casual el
nombre de Francisco. Sino que, con este nombre, el Papa quiere llevar
a la Iglesia a ser más pobre, a ser más sencilla, a estar más cerca de la gente.
Esto no quiere decir que en la Iglesia no haya habido y no haya en este momento
sacerdotes, religiosos, obispos, cardenales, fieles... que vivan todos estos
valores. Pero tal vez las estructuras que tenemos no siempre nos llevan a
mostrar este rostro particular de la Iglesia que quiere Francisco.
¿Cuáles son los grandes retos que tendrá que afrontar, tanto ad intra, como ad extra, el nuevo Papa?
- Por lo que se ve, ad extra él quiere impulsar el ecumenismo, el
diálogo interreligioso, el diálogo con el hombre y la mujer de hoy, sean
creyentes o no creyentes. Ad intra, también parece que quiere cambiar el
rostro de la Curia romana, y tendremos que esperar y ver qué nos depara el Papa
Francisco.
¿Y qué cree que nos esperará?
- Sin duda, lo que nos deparará es lo que el Espíritu en este momento
sugiere, sopla y quiere de la Iglesia. Porque estoy convencido que el
Espíritu nos ha dado el Papa que en estos momentos necesita la Iglesia y el
mundo.
A diferencia de otras ocasiones, "el mundo" ha recibido con una inusual unanimidad favorable el nombramiento de Francisco y sus primeros gestos...
- Bueno, es que son gestos que cautivan. Y sobre todo cautiva el
hecho de que los hace con naturalidad. Es decir: no los hace porque es Papa. Es
que estos son los gestos que él vivía, y que él hacía cuando era arzobispo de Buenos
Aires. Le salen naturales y esto es lo que realmente gusta, cautiva y llama la
atención. No es teatro absolutamente, sino que es una forma de vida, que
después se manifiesta en algunos gestos.
¿Ha tenido ocasión de hablar con él después de su nombramiento?
- Yo ya lo conocía anteriormente, nos encontramos bastantes veces, y sí,
tuve ocasión de hablar con él ya como Papa. Tuve la dicha de concelebrar
con él el 19 de marzo, el día en que iniciaba el ministerio petrino, y después
él me recibió en privado. Por tanto, he tenido ocasión de hablar con él, y
tengo que decir lo que dije refiriéndome a los encuentros anteriores, cuando
era cardenal. Me da la impresión de tener delante un hermano, un amigo y
un compañero de siempre. Realmente, es una persona muy cercana, que escucha, y
muy profunda, va a lo esencial. Y esto se agradece en estos momentos.